La pieza es un monologo experimental donde la palabra, la voz, el movimiento dancístico, el sonido y la narrativa audiovisual forman partes de un mecanismo complejo de expresión y exploración de lo que es el paradigma de la mujer, un mecanismo milenario, encarnado tanto en mí como en millones de mujeres.
¿Cómo se despliega la “mujeréz”? Un conjunto de: formas reactivas, comportamientos, pensamientos cíclicos (encerrados sobre sí mismos), sufrimientos genéricos, que ha sido transmitido por generaciones y está intacto.
Los mecanismos de conducta de genero pertenecientes a nuestra cultura al dispararse enrutinan el pensamiento, lo vuelven repetitivo, genérico. El pensamiento pierde toda posibilidad de singularidad y se engrana en el mismo lugar por donde ha pasado miles de veces. Las conductas y emociones parecen seguir el guión de una telenovela demasiado conocida.
Lo que me interesa es rescatar las posibilidades humanas de acceder a los lugares donde sucede la Vida. Esta exploración persigue poder estar en las circunstancias que abren y no encierran. Dándose cuenta de los mecanismos reactivos que operan en automático y hacen del ser un robot.
Lo que me interesa es rescatar las posibilidades humanas de acceder a los lugares donde sucede la Vida. Esta exploración persigue poder estar en las circunstancias que abren y no encierran. Dándose cuenta de los mecanismos reactivos que operan en automático y hacen del ser un robot.
Me interesa desmembrar los paradigmas de la mujer carente. La obra como acto de transición de un patrón mujeril a un Ser que se hace cargo y deja de ser sujeto. La obra que muestra una mujer que deviene bestia, un Ser fuera de definiciones que lo encasillan.
Partituras gráficas